M.J.G.SERRANILLOS MADRID | EL MUNDO
La socimi que dirige Antonio Mochón compra pisos, los reforma, los equipa con buenas calidades y los alquila a estudiantes nacionales y extranjeros que buscan compartir. El modelo de negocio es simple, pero ha requerido tiempo dedicado a detectar qué tipo de alojamiento busca el estudiante y jóven profesional que tiene que desplazarse a vivir a otra ciudad. Y ese análisis de las necesidades residenciales de este público sirvió, además, para comprobar la falta de profesionalidad que existía en este ámbito y en el alquiler en general. «Ésa es precisamente la seña que distingue a Excem desde que nació en 2016: gestionar y ofrecer habitaciones en pisos compartidos a los estudiantes bajo unos parámetros de calidad y a unos precios que oscilan entre los 400 y 600 euros», explica. La buena ubicación en zonas céntricas y tradicionalmente estudiantiles, como Chamberí o Moncloa en Madrid supone un valor muy apreciado por nuestros clientes», explica. Para darse a conocer, la compañía se sirve de la marca Homiii que, a través de redes sociales y del boca a boca en las universidades, ofrece estos alojamientos, «con una ocupación actual de casi el 100%», asegura Mochón.
PREGUNTA.– ¿Qué diferencia a Excem en el mercado del alquiler?
RESPUESTA.– La profesionalización. Tanto para el cliente estudiantil, un mercado compuesto por 400.000 jóvenes españoles y extranjeros que se desplazan a otra ciudad, como para el inversor desde que la socimi salió al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) el pasado julio. Éste cada vez es más profesional y pide control y transparencia de la actividad.
P.– ¿Cuánta de esa demanda estudiantil prefiere el piso compartido a la residencia o colegio mayor?
R.– Según datos que tenemos de búsquedas de alojamiento en internet por parte de esos jóvenes, más del 80% opta por el piso compartido. Nosotros le ofrecemos ese alojamiento, que hemos reformado adecuadamente, según sus necesidades, con empresas que contratamos directamente, y que equipamos con servicios como WiFi y Netflix. Esta propiedad de los pisos nos da el control para adecuarlos a las peticiones del cliente. Ofrecemos una imagen buena a muchos estudiantes que llegan a España a la universidad o una escuela de negocios. El primer impacto es bueno y positivo, sobre todo teniendo en cuenta que las familias de estos jóvenes han desembolsado una importante cantidad de dinero para que puedan estudiar y pagar un alojamiento. Damos al estudiante más del simple alquiler de una habitación.
P.– ¿Tienen clientes que han terminado la universidad?
R.– Sí, personas que continúan viviendo en España, tras acabar la carrera o el posgrado y empiezan a trabajar dos o tres años para adquirir experiencia antes de regresar a su país. Continúan eligiendo el mismo alojamiento, con compañeros de su misma edad e intereses o que hayan estudiado cursos similares.
P.– El índice de morosidad de Homiii es 0, ¿qué aporta este hecho?
R.– Sí. El coste del alquiler lo asumen los padres que, normalmente, quieren que los hijos estudien y vivan en unas condiciones adecuadas. El no tener impagos aporta unas mayores garantías de cara a nuestros inversores en Bolsa.
P.– ¿Qué les ofrecéis?
R.– Desde julio, cuando salimos a Bolsa, la acción de Excem se ha revalorizado un 40%. Les damos, además, un 6% de rentabilidad anual que obtenemos de las rentas de los pisos. Hemos sido capaces de atraer a 40 inversores y, para 20 meses de actividad que lleva la compañía, creemos que es muy aceptable, porque entendemos que confían en el negocio y perciben su potencial de crecimiento.
P.– Excem ha ampliado capital en seis millones de euros hace unos días, ¿cuál ha sido el motivo?
R.– El capital social de la compañía es de 12 millones de euros, a los que se han sumado otros seis. Se destinarán a crecer en otras ciudades, que se sumarán a Madrid, donde se ha centrado el negocio hasta ahora. Estamos viendo pisos para abrir en Sevilla, Valencia, Barcelona y Málaga.
P.– ¿Cuántos pisos tienen en estos momentos?
R.– Contamos con 7.300 metros cuadrados repartidos en 262 habitaciones. El empeño es alcanzar las 5.000 en dos años.
P.– De hace unos años a ahora, ¿han cambiado las preferencias de los estudiantes que optan por piso o residencia?
R.– Antes, se veía mejor opción la residencia o el colegio mayor, por la comodidad de tener cubiertas las comidas y otros servicios y el control hacia los residentes en cuanto a los horarios. Ahora, se han impuesto nuevos modelos basados en la economía colaborativa. Lo mismo que compartes un coche o un espacio de trabajo (el coworking), lo haces con una habitación estudiantil. A lo que se suma la variedad de productos disponibles en internet.
P.– ¿Cómo valora el boom actual de las socimis en el mercado bursátil español?
R.– Aportan profesionalización al alquiler a través de vehículos de inversión que atraen capital. Es verdad que disfrutan de beneficios fiscales, pero no hay que quedarse sólo en ese aspecto, porque otras muchas sociedades también los tienen. En nuestro caso, damos más calidad al alquiler estudiantil y evitamos abusos por parte del casero, porque controlamos todo el proceso.